(Aclaración: El agradecimiento a aquellos que se tomaron este artículo con buen humor (ese era el espíritu) y las disculpas a quienes se sintieron ofendidos, si desean aceptarlas. )
Algo muy folklórico y divertido que nunca me pierdo de una carrera es observar lo que hacen los corredores y corredoras mientras se preparan para la carrera y también escuchar todo lo que hablan.
Están por ejemplo los que se excusan por anticpado: "Esta semana no pude entrenar nada" , y saben que los ves todos los día entrenando con sol o con lluvia, "no sabés, no pude dormir en toda la noche" y la cara los vende de que no se despegaron de las sábanas hasta diez minutos antes de la carrera, "metí un montón de horas en el trabajo antes de esta carrera" y lo ves paseando con la familia, "Me duele esto, aquello y lo de más allá" y los ves fuertes como rocas y regalando buena salud, "Estoy comiendo re mal porque no tengo tiempo para cuidarme" y algún familiar siempre lo venden que se mató haciendo dieta para correr mejor...
A otros en vez de hablar les da por la acción: muchos no paran un rato quietos, corren de un lado para otro, hacen movimientos bruscos, estiran mas de lo normal, comen como nunca, toman agua como si fueran cruzar el desierto de Atacama por la parte mas ancha, comen bananas como monos, toman bebidas energizantes que regalan en la carrera como si fueran la solución a todos los problemas, se sacan la misma foto que ya se sacaron en la carrera anterior con el equipo (y hasta en el mismo orden: los que se agachan siempre lo hacen, los del medio van siempre allí y los altos siempre a la última fila!).
Ya cuando se está por largar la carrera los corredores saltan, estiran, aprontan los cronómetros, apuran a los organizadores para que larguen, algunos se cuelan adelante para salir como desesperados aunque sean cien metros pero pierden la punta con facilidad (destornillador chino), se tiran el agua por encima y no la toman, mientras el infaltable olor a linimentos que abunda en el entorno inunda todo con un olor insoportable. Y como olvidar a los que siempre andan pidiendo alfileres para ponerse el número a último momento...
Muchos buscan estimularse con el público usando vestimentas llamativas, pelucas de colores o disfraces como si estuvieran en carnaval de la frontera, por ejemplo de gaucho (ya le dije a alguno que gaucho se nace no se hace), de Chapulin Colorado (pobre Chespirito si los ve), de Pantera Rosa, otros llevan banderas como el Chuleta y otros chuletitas imitadores, con nombres poco señoriales por ejemplo, Coyote Destripador, Pirata Da Rua, el Lobizón del Running, Gauchito Legendario, mis amigas las Todoterreno que no se mojan los pies en el rocío del pasto en sus entrenamientos matutinos...
También siempre se escuchan los consejos de los que se convierten en entrenadores que todo lo saben antes de cada carrera y las caras de extrañeza de los aconsejados, que no saben si seguirle la corriente o no.
Algo muy útil es "la pinta de corredor", Esto nos permite que cuando vamos a una carrera en ómnibus a un barrio totalmente desconocido nos bajemos correctamente , si no sabés en cual parada bajarte, siempre va alguien con "pinta de corredor" al que podemos seguir y que seguro se baja en el lugar exacto, si en vez de uno solo es un grupito, mejor!, porque seguro van hablando de carreras y es más fácil identificarlos para seguirlos!! Cuando vas algun lugar del interior y no conocés, seguí algún auto que tenga muchos pegotines de carreras o gente que camina con championes de correr, o sino vas a resignarte a dar muchas vueltas por ese pueblo hasta que te des con el arco armado para la largada y llegada, ¡¡¡¡¡que bueno saber que siempre tenés alguien cercano que te guíe al lugar!!!!!
Mientras existan estas cosas seguiremos transitando por el maravilloso mundo atlético!
