sábado, 26 de mayo de 2012

¿Pasión o adicción?

Este fue uno de los primeros artículos que elaboré para este blog, hace ya varios meses. Son conductas que he observado a lo largo de varios años en el mundo del running, que hacen que a la larga las personas dejen de disfrutar como al principio del deporte. Por eso, y porque ahora tengo más lectores que en ese momento, quiero publicarlo nuevamente.  . 


PASIÓN O ADICCIÓN?
En nuestras vidas, tarde o temprano, descubrimos una actividad apasionante para realizar, que nos hace sentirnos útiles y nos ayuda a salir de la vida cotidiana: trabajar, la casa, las obligaciones diarias, etc. Descubrimos una pasión: por ejemplo el correr..., de ahí en algunos casos pasamos al fanatismo, es como una adicción física y mental, donde la mayor parte de nuestro tiempo lo dedicamos solamente a eso, ya sea practicándolo o pensando en ello muchas horas de nuestros días. Cuando esto sucede pasamos a descuidar  muchos otros aspectos importantes, por ejemplo exigirnos al límite físicamente diariamente, olvidar otras actividades, alejarnos de las personas que queremos, descuidamos lo laboral y los estudios, la vida social y familiar, etc. Lo lamentable de esto es que quien lo padece no se da cuenta por sí solo, y se auto convence de que tiene una forma de vida totalmente normal y saludable, y si se lo indican, lo más probable es que lo niegue o se enoje, como en cualquier otra adicción. También aparecen las lesiones físicas y por estrés que nos pueden llevar a grandes depresiones por no poder llevar a cabo esas metas tan exigentes que nos proponemos como objetivo, y también aparece siempre  la inseguridad personal.

Como estoy muy pendiente de mis alumnos para que no suceda esto, trato que día a día el entrenamiento sea también una instancia de intercambio, conversamos sobre sus objetivos, somos sinceros acerca de nuestras posibilidades, vemos qué hábitos podemos cambiar para mejorar, hablamos de diferentes plazos para diferentes logros y personas, evaluamos continuamente el rendimiento y el estado anímico. Me he dado cuenta que he repetido tantas veces algunas frases, que mis alumnos ya las adoptan como recurso humorístico para sus compañeros pasados de revoluciones: "La ansiedad es la conductora del fracaso", "Ojos vivos, mirada segura, oídos radar" , "Cuando los objetivos salen es el mejor premio al esfuerzo diario"

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