¿Estás totalmente seguro de cambiar de equipo?

Los equipos de corredores y los mismos corredores aguardan ansiosos y contentos el inicio de otro año de competencias con esperanzas muy variadas: algunos simplemente comenzar a correr, otros mejorar tiempos personales, algunos más competitivos ganar categorías, ver ganar sus equipos, etc.
Los equipos a esta altura del año es cuando se forman, concretan o crecen. Los corredores y capitanes  luchan afanosamente para tener un grupo numeroso y del mejor nivel posible. Comienzan los ingresos y los cambios de equipos, ya sea por amistad, por simpatía, por pedido de un conocido, o incluso por promesas...  Quienes hace años estamos en este ambiente observamos que a veces la urgencia por incorporar gente le trae algún problema a un equipo ya constituido, y hasta puede hacer que el mismo se desintegre. Generalmente un corredor nace como tal en su primer equipo, adopta las costumbres y formas de ver la competencia que el espíritu que ese equipo mantiene como propias. Al pasar a otro, con otra mentalidad deportiva, pueden producirse roces o sentimientos de molestia por cualquier circunstancia, incluso mínima: comienzan las exigencias personales y del grupo, no faltar a fechas, no fallar en las expectativas que se pusieron en el  corredor, mantener y mejorar el puesto, las promesas realizadas que a veces luego no llegan a concretarse en su totalidad. Creer vivir en un mundo de fantasía con promesas incumplidas no llega a un final feliz. A veces, el apresuramiento y la aparente urgente necesidad de tener sí o sí a tal corredor que ya todos saben milita en otro lado, hace que se pierda el respeto entre equipos. Al producirse el cambio se generan rivalidades innecesarias entre ellos, lo que no debería existir jamás por ser un deporte de formar amistades y competencia sana, que aspira a forjar una mejor calidad de vida de todos los integrantes de este hermoso deporte (a veces muy  apasionado) que es el correr.
Disfrutemos todos del año 2012, corriendo con alegría, ya sea solos o con nuestros compañeros de equipo, alcanzando nuestros objetivos  personales acorde a nuestras  posibilidades deportivas y nuestras ganas. Nos estamos reencontrando muy pronto y compartiremos carrera tras carrera lo que más nos gusta: competir.